Recuerdo perfectamente el día que Marta vino a mi Atelier, ella me transmitió la ilusión que tenía por casarse y a la vez el temor que suponía ser la gran protagonista en el día de su boda. Ella es discreta y muy elegante.
Para ello, Marta me propuso trabajar sobre la estructura del traje de su madre, le quedaba perfecto y era el aliado perfecto para que Marta se sintiese mas segura y reforzada, ahora tocaba mi parte, escucharla y adaptarlo a ella.
En primer lugar, eliminamos el cuello alto e hicimos un cuello a la caja que se abría haciendo pico en la espalda, acortamos mangas e incorporamos en el cuerpo una capa de Chatilly con pequeñas perlas cosidas a mano y una tira de encaje de Valencie con botones forrados de la propia tela, por último incorporamos unos pequeños lazos en negro en cuello y mangas. En la falda, añadimos dos capas de cristal para iluminar el tejido base.
Marta estaba guapísima y cada vez que hablo con ella, me transmite lo bien que se sintió, trabajamos para ella, con todo el mimo, la atención y el cariño que requiere un momento tan especial.