María quiso concebir su boda como una fiesta, reivindicaba elegancia, alegría, color y comodidad.
Para diseñar su traje, nos decantamos por un corte sencillo que le permitiera moverse con naturalidad, para ello encontramos un maravilloso tul bordado color mostaza con lentejuelas salpicadas en tonos dorados y plateados. Los bordados geométricos del tejido, la calidad elástica del material y las lentejuelas aportaban una mezcla perfecta. Era lo suficientemente elegante, divertido y cómodo.
El resultado, una imagen luminosa, impactante y bella, sin necesidad de artificios, sencilla y deslumbrante.